Sobre el reborde de la campana de la cocina de Antonio y Lola, en una visita a su casa de la vega la semana pasada y junto al plato del dragón, me sorprendí ante la vista de este olvidado trabajo que realicé en nuestro taller de la calle Calderería Vieja.
13 · VI · 84 es la inscripción de este cuenco de metal que forjé y cincelé ese año. Es un trabajo más minucioso de forja (en chapa de 1 mm.) pero pretendidamente tosco en el cincelado, hecho con golpes duros, ágiles y precisos, procurando ser rápido en la ejecución, como haría un artesano que no puede demorarse en trabajos pequeños. El cuenco mide unos 23 cms. de diámetro. La decoración es escritura cúfica andalusí probablemente recogida de un plato de cerámica de esa época.
Hay olvidos que esperan, al menos, el reencuentro del recuerdo.