Tras acabar la mili entré, como aprendiz, en los Talleres Moreno, en la cuesta de Gomérez, dirigidos artísticamente por entonces, por D. Miguel Moreno Grados, el padre del escultor Miguel Moreno.
Después de algo más de un año, monté mi propio taller y después me cambié a un bajo-patio en la Calderería Vieja, compartiendo espacio con el ceramista (y amigo) Antonio Martínez. Allí forjé, repujé y cincelé este plato de cobre en chapa de 0,8 mm.
Detalle.
Catálogo de la exposición en Benalmádena.
En la foto de abajo podéis ver la bola con la pez, mi martillo y mis cinceles. Como curiosidad, los cacharros donde los guardo son de cerámica (de Antonio, claro).